martes, 22 de diciembre de 2009

Una botella vacía se parece a mi alma


Solícito el silencio se desliza por la mesa nocturna, rebasa el irrisorio contenido del vaso. No beberé ya más hasta tan tarde: otra vez soy el tiempo que me queda. Detrás de la penumbra yace un cuerpo desnudo y hay un chorro de música hedionda dilatando las burbujas del vidrio. Tan distante como mi juventud, pernocta entre los muebles el amorfo, el tenaz y oxidado material del deseo. Qué aviso más penúltimo amagando en las puertas, los grifos, las cortinas. Qué terror de repente de los timbres. La botella vacía se parece a mi alma.

lunes, 21 de diciembre de 2009


Los amantes fueron un día adolescentes
se arrancaron con furia el cordón umbilical
para entrar en algún cálido lugar de la mañana

Se cubrieron con sábanas oscuras
dolorosas y limpias
y empezaron a odiar
quiero decir
se amaron.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Los Amantes

Se habían encontrado hace poco.
Y hace pronto se habían separado,
llevándose cada uno consigo
su nunca o su jamás
su afirmación de olvido,
su golpeador dolor.

Pero el último beso
que volara de sus bocas,
era un planeta azul.
Girando en torno a su ausencia.
Y ellos vivían de su luz
igual que de su recuerdo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Más poemas de palabra


Y ahora, abundante de ensueños y de grises,con esa eterna impotencia que no limpia el lenguaje, el miedo que se hace palabra para no ser miedo, todo lo que enciende luces y no se nombra por si muere, el resquicio de libertad que terco asoma; brazo roto, abril marchito, luna falsa, también falso el dolor que se vuelve costumbre; los labios en dudosas fuentes, los ojos todavía sedientos de estrellas, calandrias, mitos y otras elgadas inutilidades que los dioses derraman, la sonrisa en ayuno para que no traicione y una mentirosa amnesia de rechazos y deseos;con ruiseñores y congojas,o sea con nada, sólo con uno mismo dentro y fuera,dispuesto a que cada cosa recupere su alcurnia, su medida y su precio, se emprende la huida adonde aún no ha llegado el futuro

martes, 8 de diciembre de 2009

Me he sentado frente al silencio del atardecer -donde no llega el graznido de la modernidad- a indagar en el sentido de la vida, a contemplar la belleza de las piernas que pasan, distraídas, por mi puerta, ajenas al alboroto que levantan. Como si fueran pájaros que emigran.

viernes, 4 de diciembre de 2009

He pensado que acaso ni presientes cuánto silencio encierra mi silencio, cuánta pena encendida anda exhalando como ásperos aromas en el viento, cuánta impotencia espera agazapada en esta indiferencia voluntaria que me quema por dentro. He pensado que acaso es necesario participarte un nuevo sentimiento: este odio que me enciende las entrañas y navega en los cauces de sus fuegos cada vez que tus torpes injusticias me arrebatan el cielo.

He pensado que acaso deba darte de una vez y del todo y para siempre aquello que más quieres: el dominio absoluto de mi cuerpo. Pero a sabiendas que aún guardo en mis rincones la estructura de todos mis secretos, pero a sabiendas que, entre piel y sangre, no tendré para ti más que el silencio... hasta que entiendas que la arena fluye en los cristales ávidos del tiempo, y se marchita el agua en mis vertientes bajo la furia de tu sol hambriento, y la esperanza ya no tiene fuerzas para invocar la magia del recuerdo, y en su destierro de dolor, sin nombre, hay un antiguo amor que ya ha muerto por completo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¡Ciao!


.yo quiero decir adiós
yo quiero desaparecer
sin remordimientos
silbando una canción
con una gorra sobre el pelo sucio
el petate en la espalda erguida
silbando una canción
con cara de niña mala
el sol poniéndose a un lado
los pasos firmes
francos
pobres
con sabor a whisky
con sabor a ilusión
de noche clara
y luna llena
yo quiero decir adiós
yo quiero desaparecer
si el amor aún
está en otra parte

nomadismo interior
Orfeo dinámico
liposucción
a la prosaica partitura
del reloj pulsera
ácido acetil
por las tardes
pròxima estación
bla bla bla
despertador desodorante
des-eo des-aparecer

esa barrera adentro
la culpa de traicionar
la infelicidad
de los ancestros
que fueron esclavos
del miedo
y llamaron a ese temor
vida segura
honradez
sentar cabeza
des-eo des-aparecer

yo quiero desaparecer
bajo la lluvia
salir cuando la calle
desierta
que la noche
me coja la cintura
silbando esa canción
de que el mundo se acaba
esa bella canción
de mientras tanto
esa canción, sí,
de"moriré sola"
dentro de muchos años
tendré una sonrisa
en los labios
para desaparecer
silbando
yo quiero decir adiós
yo quiero desaparecer
si el amor aún
está en otra parte.

Despectiva en retro


Me registro los bolsillos desiertos para saber dónde fueron aquellos sueños.Invado las estancias vacías para recoger mis palabras tan lejanamente idas. Saqueo paradores antiguos, viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas, estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato, pero nadie me dice quién fui yo. Aquellas canciones que tanto amaba no me explican dónde fueron mis minutos, y aunque torturo los espejos con peinados de quince años, con miradas podridas de cinco años o quizá de muerto, nadie, nadie me dice dónde estuvo mi voz ni de qué sirvió mi fuerte sombra esculpida en presurosos desayunos, en jolgorios de aulas y pelotas de trapo, mientras los otoños sedimentaban de pálidas sangres las bodegas del mar.

¿En qué escondidos armarios guardan los subterráneos ángeles nuestros restos de nieve nocturna atormentada?

¿Por qué vertientes terribles se despeñan los corazones de los viejos relojes parados?

¿Dónde encontraremos todo aquello que éramos en las tardes de los sábados, cuando el violento secreto de la Vida era tan sólo una dulce campana enamorada?

Pues yo registro los bolsillos desiertos y no encuentro ni un solo minuto mío, ni una sola mirada en los espejos que me diga quién fui yo.