lunes, 29 de marzo de 2010

-Et Autre-

Algo de ti, aun cambiado, queda conmigo. Viene con el mar, en el idioma extraño de personas que desconozco y sin embargo cada día me rodean, tras el repetido batir de lo vivo y el deseo de vivirlo. Tal vez también algo de mí quede contigo. Si es así, como un perro que husmea callejones, podré seguir el rastro y hallarte al final de estos días, recibir la luz y el brillo del mundo que llevas contigo, o al menos sus pecios de materia encantada.
-Tu me t'éveilles? -

Un peu plus

Esta es la hora más difícil. La hora en que el celaje está incubando tu presencia sin que pueda tocarla. A veces, ahora lo sabes, imploro en la distancia con el título de una balada de Brel. Y me quisiera ir, clara la noche respirable, hacia el milagro en ti evocado sin que el día acabe en aquel temblor. Pienso en el viajero: el tren llega o parte, pero nada, nadie se va. No muy lejos de aquí tal vez sucede que un poco de lluvia vuele y te halle en un café o en la calle.
¿Y si es la misma lluvia que hace poco ha mojado mi rostro? ¿Habrá que creer entonces en el acaso o es sólo deseo, igual al que acerca los labios a las ansias del otro? Yo, como tú, también ansío la certeza.
Pero algo nos lleva de lo que dura a lo que pasa. Lo adviertes, lo palpas, lo descubres en el vello, en la laringe, en el abdomen. No es tan atroz, tan alarmante  si crees en ti, como yo creo, y no desesperas, si sabes que somos sustancia liberada por explosiones de quásares, polvo de estrellas, vida que esplende, que está ahí, que ocurre.

domingo, 14 de marzo de 2010

Prefiere verse rubia de polen que llenarse de perfume.
Lleva en la mirada la luz de las luciérnagas bajo sus alas blancas, una canción de niña que arrulla a sus muñecas. Hace sonar sus piedrecillas de colores y lee mis libros con sus vocales sueltas.
Cuando empieza la lluvia, llena su cuarto de sonrisas,porque caen cristales
del cielo y se alfombra el suelo con charquitos. En un rincón de sueños,trae el cuento del 'Patito Feo' para que yo le invente paisajes de fresas 
con leche y nubes de azúcar, de redondas toronjas y mangos rosados.Enlaza al corazón del alba, 
un ancho racimo de alegrías.Juega a ser misteriosa como un ave, 
y pasa sobre el secreto del tiempo cantando a los bosques del invierno.
Mira islas blancas de cielos y alondras  que anidan con invisibles vuelos.Juega con el chocoyo parlanchín verde y nervioso,
que vuela como pájaro de mar sobre su pecho. Llena cajitas de caracoles, hojas y flores, improvisando torres.
Prefiere gotas de rocío a muñecos de felpa.
Es una niña que goza con atrapar ríos de astrospara hacerlos el surtidor de su risa encantada...
Me busca con sus manos firmes para hacer viajes imaginarios a países blancos,hasta un rincón de sueños donde la vida apenas empieza...

viernes, 12 de marzo de 2010

PULGUITA:

¿Que haces sentado dejando escapar tu vida entre pedazos de vidrio? Descubre tu rostro en el agua oscura y mira tu sonrisa por primera vez. Deja escapar tu alma de niño, entre los sueños y colorea el canto de las ranas. No hay árboles torcidos ni tristes, no hay días sin luz. Sólo tu miedo a los caminos solitarios, a las personas extrañas, a la tortura de pensar.
No todos los seres humanos somos malos ni complejos. No todos arrojamos piedras a los sentimientos. Hay otros cielos que no están hechos de estrellas de papel y estaciones que no abren ventanas a la ausencia. Y por allí en cualquier parte, en los pueblos perdidos en los montes, en las ciudades bulliciosas, hay quienes regresan jubilosos, después de haber terminado sus estudios.
Pulguita, existen otros caminos, campanas que suenan en los patios abiertos. Verdes recién nacidos casi amarillos y verdes oscuros en las hojas maduras de los árboles. Un mundo distinto, con un especial sentido de vivir.

Un mundo que no pone límites al esfuerzo, una carga de años que nos hace un poco filósofos de la vida cotidiana. Pocas horas me quedan para marcharme, volveré cualquier día, llena de lágrimas y sonrisas, para verte una vez más y descubrir tus manos limpias.

lunes, 8 de marzo de 2010


 da tu corazón por alimento