domingo, 9 de agosto de 2009

Tercer Mundo

Ella salía en las mañanas a buscar el desayuno
de la vida
En su saco de huesos gemía la esperanza
y tristemente con su fardo de arrugas imploraba
en los
(mercados
Toda la ciudad sabía el a b c de su desnutrición
En su falda de muertos reían a lágrimas
remiendos
(bochornosos
y una joroba inmensa al porte de la tierra
se hundía en la espalda de su alma
Pobre paraguas viejo inservible en el invierno
En su enfermo ramaje moría el pájaro cenital de
la
(alegría
En su nido de canas se apagaban los
crepúsculos
y lentamente como vela sombría
se perdía en la muerte

1 comentario:

STAROSTA dijo...

Es la realidad de una vida. Las ciudades pueden llegar a ser asi de crueles. La ciudad solo muestra el sol en las ventanas...



STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)