jueves, 13 de enero de 2011

Ahora es de noche y escribo.
Escribo caída en la trampa de la costumbre
como una ave migratoria que, a ojos 

de las otras,es sólo un bicho perdido, 
demasiado confuso para volar. 
Volar, errar detrás del agua sólo 
para constatar la sed y darle un rincón, 
el mismo que a la forma que en el lecho
el pensamiento deja de un cuerpo inalcanzable.

Sí. Es de noche. Y escribo este poema.
Mañana, pájaro de alas rotas, narrará la historia
de otro poema sin existencia
Lo poseeré mientras surja.
Luego será, seré abandonada.
¿Cómo podría ser de otro modo?

1 comentario:

yacasinosoynadie dijo...

gigantescas las primeras cuatro lineas. Así me siento siempre que escribo. Va un abrazo.