Ahora es de noche y escribo.
Escribo caída en la trampa de la costumbre
como una ave migratoria que, a ojos
de las otras,es sólo un bicho perdido,
demasiado confuso para volar.
Volar, errar detrás del agua sólo
para constatar la sed y darle un rincón,
el mismo que a la forma que en el lecho
el pensamiento deja de un cuerpo inalcanzable.
Sí. Es de noche. Y escribo este poema.
Mañana, pájaro de alas rotas, narrará la historia
de otro poema sin existencia
Lo poseeré mientras surja.
Luego será, seré abandonada.
¿Cómo podría ser de otro modo?
1 comentario:
gigantescas las primeras cuatro lineas. Así me siento siempre que escribo. Va un abrazo.
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